Cree uno que cinco meses no son nada. Pero para un futbolista es casi que una temporada. Y se da cuenta uno de ello una vez vuelva a vestirse de corto. Tal y como le sucedió a James Rodríguez en Al Rayyan. El volante colombiano, que tuvo un debut de terror (su equipo cayó 3-0), volvió a la pista de baile, pero su pareja lo dejó mal parado. Confuso, errático y desconectado, así lució el cucuteño en su primera presentación en la Liga de Qatar, en donde su reto no solo pasa por volver a la Selección Colombia sino evitar, a toda costa, bajar a segunda división.
A pesar de intentarlo de media distancia, de medio sonar la flauta, de uno que otro taco, James no pudo evitar la caída ante Al Duhail. Sin embargo, y aunque los dirigidos por Laurent Blanc marchan en la sexta casilla, el dato que prende las sirenas en Al Rayyan tiene que ver con la zona roja de la tabla, y es que, tras seis salidas, los ‘Leones’ tan solo han podido sumar una victoria, cosechando además tres empates y dos derrotas. Y como si fuera poco, es el segundo equipo con más goles encajados (12), por detrás de Shamal, quien es último en la tabla con cuatro unidades y 17 tantos en contra.
Difícil pensarlo hace siete años. Cuando a esta altura de la temporada lucía la ’10’ del Real Madrid. Jugaba la Champions y enamoraba a toda la afición ‘Merengue’. Pero no hay duda alguna que cada quien se labra su propio destino. Hoy James ni siquiera pelea por puestos de Europa, sino todo lo contrario, lucha por no descender. Un presente preocupante, con más dudas que nunca, y con un objetivo adicional, que es regresar cuanto antes a la Selección Colombia.
James vuelve a ver el sol. Cinco meses y un día después. Pero algo es algo, peor es nada. Y así como lo sentenció en sus redes sociales, esto no es como empieza sino como termina. A ver si con el paso de los días su equipo levanta cabeza y comienza a alejar los fantasmas del descenso, ese que nunca había asustado a Rodríguez, pero del cual ni siquiera los grandes se salvan.