Los 5 planes más románticos para enamorarse de Praga en invierno

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Sus mercadillos navideños, una arquitectura monumental, el encanto de un paseo por sus calles nevadas o de un crucero por el río… La capital checa, una de las ciudades más bellas del mundo, exhibe en Navidad su cara más romántica. ¿Quieres saber qué ver en Praga?

Cuando llega el invierno, la República Checa se convierte en un país de postal. Es como si el manto de nieve sobre sus tejados, adoquines y bosques, y la reconfortante iluminación navideña que baña pueblos y ciudades le proporcionaran un brillo especial. En esta época del año nos enamoraremos sin remedio de sus pueblos medievales, de sus urbes monumentales y de las ciudades balneario, pero también sus parajes naturales, cuajados de bosques y selvas centenarias, lagos glaciares, senderos de montaña y cascadas heladas

¿Qué hacer en Praga en Navidad?

¡Que el frío no nos diasuada de emprender el viaje y dejarnos sorprender por todo lo que tiene que ofrecer este país del corazón de Europa! Basta con meter en la maleta ropa cálida y un par de buenas botas y dejar que los expertos de TUI, mayorista de grandes viajes especialista en el destino, nos organice la mejor escapada por las ciudades más bellas de este país invernal. En su catálogo de este destino incluye diferentes alternativas (Mercadillos Navideños, Praga, Karlovy Vary…) desde 515 € y con reserva online. ¡Más fácil, imposible! 

Entre todas las opciones de viaje posibles, más que nunca en las fechas próximas a Navidad, se impone disfrutar de Praga a fondo: una ciudad imperial y palaciega, imponente por su sobrecogedora belleza pero también cálida (a pesar del frío) y bullendo de vida en sus mercados, sus teatros y salas de conciertos, cafés y cervecerías.

Estos son nuestros planes favoritos en un destino romántico como pocos.

1. Los mercadillos de Navidad más bonitos de Europa

La Plaza de la Ciudad Vieja, es el alma de la ciudad. En ella encontramos la elegante torre del Ayuntamiento con su famoso reloj astronómico, la orgullosa silueta de la iglesia de Týn (uno de los templos más bonitos del país), la iglesia barroca de San Nicolás y las numerosas casas de colores de varios estilos arquitectónicos. Pero en esta época del año, el inmenso árbol de Navidad y el mercado navideño son los auténticos protagonistas de la plaza. En las coquetas casitas de tejados rojos pueden encontrarse artesanías tradicionales y un sinfín de ideas para regalar y para llevarnos de recuerdo: calcetines y jerséis de lana, cristal de bohemia, juguetes y títeres de madera, joyería hecha a mano y delicias típicas como dulces de canela, vino caliente, licor de miel, salchichas…

Y aunque este sea el más célebre, no es ni mucho menos el único mercadillo de una ciudad que vive la navidad intensamente. Paseando por la capital checa, nos toparemos con muchos más instalados en distintas plazoletas. Y también otras ciudades están orgullosos de sus mercadillos de Navidad, como Olomouc, České Budějovice, Český Krumlov, Brno y Pilsen, a un paso de la capital. Recorrer varios de ellos puede ser un motivo en sí mismo para planear una escapada a la República Checa.

2. Un paseo al amanecer por el Puente de Carlos

Con la imponente silueta del Castillo de Praga de fondo y la galería de las estatuas barrocas flanqueando sus laterales, este es uno de los lugares más románticos de Europa. Ordenado por el rey Carlos IV, este puente sobre el río Moldava tiene más de 500 metros de largo y 10 de ancho y conecta el barrio viejo con el barrio de de Mala Strana, repleto de cafés y restaurantes elegantes y dominado desde lo alto de una colina por el Castillo de Praga y sus magníficos jardines.

3. El Castillo de Praga, historia y cultura en Praga

Construido en el siglo IX, es el castillo más grande del mundo y el más importante de los monumentos de la República Checa. Se trata de un inmenso complejo amurallado con calles, plazas, patios, palacios, museos y jardines que ha sido durante siglos residencia de reyes, emperadores y presidentes checos. Todo el conjunto está dominado por la monumental catedral gótica de San Vito, pero la visita incluye también la basílica románica de San Jorge con sus místicos interiores, el gótico Palacio Real, extensos patios barrocos, el palacete renacentista de la reina Anna… Y un recorrido al Castillo de Praga no sería completo sin visitar el Callejón de Oro. En esta calle minúscula y pintoresca contigua a la muralla, con casitas de colores vivió el escritor Franz Kafka.

4. Un crucero por el río

Una de las mejores maneras de captar con perspectiva toda la belleza de la conocida como Ciudad de las 100 Torres es admirar la siluetas de los principales monumentos desde las aguas del río Moldava. Para añadirle un plus de romanticismo, se puede contratar un crucero al caer la noche, con los edificios iluminados. Así, mientras disfrutamos de la cena y de la música en vivo, irán desfilando ante nuestra vista los tejados de Praga Vieja cubiertos de nieve, los árboles iluminados, el Puente de Carlos, el recinto amurallado medieval de de Vyšehrad, la Torre Petřín, la la sala de conciertos neorrenacentista del Rudolfinum… Praga en todo su esplendor invernal.

5. Excursiones cerca de Praga

Los viajes organizados por TUI nos darán la oportunidad de ampliar el itinerario para conocer este país más allá de su capital. En apenas dos horas de viaje, llegaremos Karlovy Vary, la histórica ciudad balneario perfecta para descubrir a pie en un día. En el pasado acogió en sus baños a algunas de las celebridades artísticas y sociales de Europa, como Goethe, Beethoven, Gogol, Paganini, Mozart, y en la actualidad atrae también a numerosas estrellas de cine, ya que esta ciudad acoge un prestigioso festival de cine.

Desde Praga también podemos viajar por carretera hasta Cesky Krumlov. Se trata de un pueblo medieval, ubicado en un meandro a orillas del Moldava y cuyo casco histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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